¿Cómo prevenir el cyberbullying? El papel de padres y profesores

El ciberbullying o ciberacoso es una forma de acoso que se da en el entorno de las tecnologías digitales, muy comúnmente a través de las redes sociales y las plataformas de mensajería como WhatsApp. El ciberbullying es una realidad muy preocupante en España, un país con una incidencia enorme de acoso escolar en el que 7 de cada 10 niños sufren algún tipo de acoso o ciberacoso al día. Es por ello que la prevención del ciberacoso es una asignatura pendiente para todo el sistema educativo español.

Las tecnologías y las redes sociales no solo se han vuelto omnipresentes para los adultos, sino también para los adolescentes, y cada vez a edades más tempranas. No es descabellado hoy día que un niño de 12 años use las redes sociales libremente en su propio smartphone. Esta interconexión tecnológica y la vulnerabilidad de los niños y adolescentes facilitan el ciberacoso, que puede adoptar diferentes formas.

En muchos casos, el ciberbullying no es más que una prolongación del acoso escolar que puede estar sufriendo un niño del plano real al virtual, lo que tiene consecuencias aún más devastadoras para las víctimas, puesto que se enfrentan a un acoso constante.

En este artículo te explicamos cómo puede manifestarse el ciberacoso, cómo identificar si un adolescente está sufriendo cyberbullying y hablamos sobre el papel de los profesionales de la educación a la hora de prevenir el ciberacoso.

¿Qué entendemos por ciberacoso o cyberbullying?

El ciberacoso o cyberbullying se refiere al acoso que ocurre a través de medios digitales y tecnológicos. Es una forma de intimidación, hostigamiento o abuso que se lleva a cabo utilizando internet, dispositivos móviles y otras plataformas de comunicación online. Este cyberbullying puede adoptar varias formas de acoso, a saber:

• Mensajes amenazantes o insultantes: Enviar textos, emails o mensajes directos con contenido ofensivo.

• Difusión de rumores: Propagar información falsa o dañina sobre alguien en redes sociales o foros, e incluso crear sitios web o perfiles dedicados a humillar a la víctima.

• Exclusión social: Aislar deliberadamente a alguien de grupos online o chats.

• Suplantación de identidad: Crear perfiles falsos para hacerse pasar por la víctima y dañar su reputación. Cabe destacar que la suplantación identidad de una persona en Internet es un hecho constitutivo de delito.

• Exposición de información privada: Compartir datos personales, fotos o vídeos íntimos sin consentimiento de la víctima. Frecuentemente, el contenido que se comparte es de naturaleza sexual, humillante o difamatoria sobre la víctima.

• Acoso continuo: Enviar repetidamente mensajes no deseados o solicitudes de amistad.

• Ciberacecho: Seguir y monitorear constantemente las actividades online de alguien.

• Manipulación emocional: Chantajear o presionar a la víctima para obtener algo.

• Ataques coordinados: Incitar a grupos para que ataquen o se burlen de alguien en masa.

¿Cómo identificar si un adolescente o un niño o adolescente está siendo víctima de cyberbullying?

Para prevenir el cyberbullying hay que desarrollar cierta agudeza en lo que respecta a detectar ciertos signos o gestos que son indicadores de que algo no anda bien. Cuando una persona sufre ciberacoso, acaba teniendo un impacto significativo en su manera de comportarse y expresarse. Si bien los adultos somos más disimulados, podemos estar atentos a los siguientes indicios en niños y adolescentes que son víctimas potenciales de ciberacoso:

Cambios en el comportamiento digital

El niño puede mostrar una repentina aversión a usar dispositivos electrónicos, cerrando rápidamente aplicaciones cuando alguien se acerca o mostrándose ansioso al recibir notificaciones. Este cambio suele ir acompañado de un secretismo inusual sobre sus actividades online, negándose a hablar sobre ellas u ocultando la pantalla de su dispositivo.

Alteraciones emocionales y sociales

Pueden observarse cambios de humor inexplicables, especialmente después de usar dispositivos electrónicos. El niño podría mostrar signos de tristeza, ansiedad o irritabilidad, aislándose socialmente y evitando hablar con amigos y familia. Es común que pierda interés en actividades que antes disfrutaba y que muestre resistencia a ir a la escuela o participar en eventos sociales.

Problemas académicos y físicos

El rendimiento escolar puede disminuir notablemente, acompañado de una resistencia a asistir a clases. Físicamente, el niño podría quejarse de dolores de cabeza o estómago frecuentes sin causa médica aparente, o mostrar cambios significativos en sus patrones de sueño y alimentación.

Signos de depresión y cambios en relaciones

La víctima de cyberbullying experimenta una pérdida de autoestima y confianza, expresando sentimientos de desesperanza. Sus relaciones sociales pueden cambiar abruptamente, perdiendo amigos o alterando su grupo social habitual. En casos extremos, podrían presentarse pensamientos o comportamientos suicidas.

Comportamientos inusuales en redes sociales

El niño podría borrar repentinamente sus cuentas de redes sociales o crear nuevas sin explicación aparente. También es posible que evite revisar sus redes en público o se muestre nervioso al hacerlo, reaccionando de manera exagerada a las notificaciones de su teléfono.

Consejos de prevención de cyberbullying para padres

Aunque el sector educativo sea el gran responsable de luchar contra el ciberacoso y el acoso escolar en general, los padres también tienen un papel preeminente para prevenir el ciberacoso en sus hijos. Al fin y al cabo, el ciberacoso suele darse fuera de los límites del centro educativo, por lo que es más sencillo para los padres que para los educadores identificarlo y ponerle alguna solución.

Si eres padre y quieres prevenir que tu hijo sea víctima o perpetrador de cyberbullying, te recomendamos que hagas lo siguiente:

• Educa sobre el uso responsable de la tecnología: Enséñales a tus hijos la importancia de la privacidad online y cómo configurar las opciones de seguridad en redes sociales. Hazles entender que lo que comparten en internet puede tener consecuencias a largo plazo.

• Mantén una comunicación abierta: Crea un ambiente donde tus hijos se sientan cómodos compartiendo sus experiencias online. Escúchalos sin juzgar y muestra interés en sus actividades digitales. Esto hará que acudan a ti si tienen problemas.

• Establece reglas claras: Define pautas sobre el uso de dispositivos y redes sociales. Puedes acordar con tu hijo que establezca horarios de uso y sitios web permitidos.

• Supervisa la actividad online: Sin invadir su privacidad, mantente al tanto de las actividades online de tus hijos. Considera usar herramientas de control parental y mantener los dispositivos en áreas comunes de la casa.

• Fomenta la empatía digital: Enséñales a tratar a otros online con el mismo respeto que esperarían en persona. Ayúdales a entender el impacto de sus palabras y acciones en el mundo digital.

• Sé un buen modelo: Demuestra un uso responsable y ético de la tecnología. Los niños suelen imitar el comportamiento de sus padres, incluso en lo digital.

• Enséñales a responder al cyberbullying: Instrúyelos sobre cómo actuar si son testigos o víctimas de cyberbullying. Enséñales a no responder a provocaciones, a guardar pruebas gráficas a modo de pantallazo y a buscar ayuda de un adulto de confianza.

• Despégalos de las pantallas: Fomenta hobbies e interacciones sociales en el mundo real para reducir la dependencia de las redes sociales.

• Mantente informado: Estate al día sobre las últimas apps, redes sociales y tendencias online populares entre los jóvenes para entender mejor el entorno digital en el que se desenvuelve.

• Colabora con la escuela: Infórmate sobre las políticas de la escuela respecto al cyberbullying y trabaja junto con los educadores para promover un ambiente digital seguro.

El papel de la educación en la prevención del ciberacoso

La educación juega un papel fundamental en la prevención del cyberbullying y es una herramienta poderosa para crear un entorno digital más seguro y respetuoso. A través de una formación integral, tanto en el ámbito escolar como familiar, se puede dotar a los niños y adolescentes de las habilidades necesarias para navegar de manera responsable en el mundo virtual.

Dentro de la alfabetización digital cabe enseñar el uso técnico de las herramientas digitales, pero también los valores éticos y sociales que deben regir nuestras interacciones en línea. Los jóvenes deben comprender que sus acciones en el mundo virtual tienen consecuencias reales, y que el respeto y la empatía son tan importantes en línea como en la vida cotidiana. 

Los profesionales del sector educativo también tienen la obligación moral de prevenir el cyberbullying, así como cualquier otra forma de acoso escolar, y de combatirlo. Su posición de autoridad y su madurez adulta les permite observar las dinámicas sociales entre los niños, los cambios de comportamiento y ciertas señales sutiles que pueden indicar que un niño está siendo víctima de acoso.

De igual forma, en estos últimos años los centros escolares se están concienciando de las nefastas consecuencias del ciberacoso. Es por eso que en los planes de formación continua del profesorado se incluyen lecciones sobre el ciberbullying y se les instruye en la prevención del ciberacoso.

Asimismo, los profesores son el puente entre lo que sucede en la escuela y las familias de los alumnos. Al mantener una comunicación abierta con los padres sobre el comportamiento digital de sus hijos, ambas partes pueden actuar de forma más eficaz contra cualquier situación de ciberacoso.