Escalabilidad
Al hablar de escalabilidad nos referimos a la capacidad de un sistema para manejar un aumento en la carga de trabajo, ya sea en términos de usuarios, procesos o datos, sin perder rendimiento o eficiencia.
En el contexto de la informática y la tecnología, es una propiedad fundamental para garantizar que un sistema pueda crecer y adaptarse sin problemas a nuevas implementaciones de funcionalidades, así como a una mayor carga de usuarios.
La escalabilidad es un vocablo muy vistoso que se emplea a veces sin ton ni son, sin que lleguemos a ser consciente de la complejidad que entraña diseñar y programar sistemas escalables. Así pues, un software es escalable cuando puede crecer en complejidad y tamaño sin que este falle o se colapse.
Tipos de escalabilidad
Existen dos tipos principales de escalabilidad: vertical y horizontal.
Escalabilidad vertical
Esta implica mejorar el rendimiento de un sistema añadiendo recursos a un componente ya creado. Para ello, es necesario implementar mejoras técnicas, como aumentar la capacidad de procesamiento del ordenador y su memoria de almacenamiento.
Imagina que tienes un servidor web que está experimentando una carga intensa. Para que el sistema pueda incorporar estos cambios y novedades sin colapsarse, podrías mejorar el rendimiento agregando más memoria RAM o actualizando la capacidad del procesador del ordenador. Esto se conoce comúnmente como escalar hacia arriba.
Escalabilidad horizontal
La escalabilidad horizontal consiste en agregar más instancias o nodos al sistema para distribuir la carga entre ellos. En lugar de fortalecer un único componente, se añaden más componentes idénticos o similares en pos de una mejora global del sistema.
Si tienes una aplicación web y experimentas un aumento en el tráfico, en lugar de mejorar las especificaciones de un único servidor, puedes escalar horizontalmente agregando más servidores a tu infraestructura. Un balanceador de carga distribuirá las solicitudes entre estos servidores adicionales. Esto se conoce comúnmente como escalar hacia fuera.
¿Por qué es importante la escalabilidad para una empresa?
La escalabilidad beneficia significativamente a una empresa al proporcionar flexibilidad y adaptabilidad a sus sistemas de software a medida que crece y necesita incorporar nuevas funcionalidades y flujos de usuarios. Cuando una empresa tiene en cuenta su escalabilidad estructural, va desarrollando la capacidad de gestionar su crecimiento de forma eficiente tanto en volumen de usuarios, diversificación de procesos de trabajo y almacenamiento de datos.
Una empresa que puede ajustarse a una demanda creciente y a nuevos procedimientos puede optimizar sus inversiones al recortar en gastos superfluos y mejorar el retorno de la inversión. Además, una organización escalable siempre tiene puesta la mirada en el futuro, ya que procura adaptar sus sistemas en vista de una posible mejora o crecimiento. Por lo tanto, las empresas escalables pueden expandir sus operaciones sin tener que realizar cambios radicales en su arquitectura tecnológica.