Responsive
Cuando decimos que un diseño o un sitio web es responsive, nos referimos a que su diseño se adapta con facilidad a diferentes formatos de dispositivos. Es decir, un sitio web responsive es aquel que se puede visualizar en tablets, móviles y ordenadores de todos los tamaños y especificidades técnicas sin dar problemas. Una alternativa en español para este concepto es el de diseño web adaptativo.
Beneficios de un diseño web responsive
Priorizar el aspecto responsive de un sitio web beneficia tanto a desarrolladores como a usuarios. Si creamos un sitio web que se ajusta automáticamente a todas las orientaciones, tamaños y dispositivos, como desarrolladores no tendremos por qué invertir nada de tiempo en generar versiones alternativas adaptadas a cada caso del mismo sitio web.
Por su parte, como usuarios, nos resultará más cómodo, agradable e intuitivo navegar por el sitio web, es decir, disfrutaremos de una mejor experiencia de usuario. Por extensión, un diseño web responsive también beneficia a una empresa en lo económico, ya que una mejor experiencia de usuario equivale a un ratio mayor de conversiones e ingresos.
La responsividad o adaptabilidad del diseño de un sitio web también se valora mucho como factor de posicionamiento SEO. Por tanto, es probable que un sitio web que no se muestre correctamente en todos los dispositivos pierda visibilidad respecto a otros sitios web que sí sean responsive.
Elementos de un diseño web responsive
Para que podamos describir un diseño web como responsive, este debe cumplir ciertas condiciones. Algunas de las más importantes son:
- Flexibilidad del diseño: El diseño web responsive utiliza unidades relativas y proporciones flexibles en lugar de unidades fijas, lo que permite que los elementos se escalen y reorganicen según el tamaño de la pantalla.
- Imágenes adaptables: Se utilizan imágenes flexibles que se ajustan automáticamente al tamaño de la pantalla sin perder calidad. Además, al optimizar el formato de las imágenes, la web en su conjunto cargará más rápido.
- Menús y navegación móvil: Se implementan menús de navegación que se adaptan a pantallas más pequeñas, utilizando iconos o patrones de deslizamiento para facilitar la interacción en dispositivos táctiles.
- Tipografía adaptable: Se eligen fuentes que son legibles en diferentes tamaños de pantalla, y se ajustan automáticamente para mantener una buena legibilidad y lecturabilidad en cualquier dispositivo.
- Navegación intuitiva: En un diseño web responsive, se organizan todos los elementos en una jerarquía visual clara para destacar las secciones importantes del sitio y guiar al usuario de manera intuitiva a través de la información.
- Espacios en blanco: El uso estratégico de espacios en blanco ayuda a evitar la saturación visual y mejora la legibilidad. También proporciona un respiro visual entre elementos, haciendo que la información sea más fácil de procesar para los usuarios.
- Media queries: Las media queries son reglas de estilo en las hojas de estilo (CSS) que permiten adaptar el diseño del sitio web según las características del dispositivo, como ancho de pantalla, resolución y orientación. Así pues, se pueden establecer media queries específicas para dispositivos y rangos de tamaños de pantalla concretos.
- Compatibilidad con dispositivos táctiles: Recordemos que todos los teléfonos móviles y tablets son táctiles. De hecho, cada vez con mayor frecuencia los usuarios acceden a los sitios web a través del teléfono móvil, por lo que un diseño web responsive siempre contempla esta posibilidad. A su vez, también existen ordenadores táctiles, por lo que debemos también procurarles una buena accesibilidad.