Google core update 2024: contenido de calidad y la IA en el punto de mira

Si estás al tanto del mundo del SEO, es muy posible que ya lo hayas oído: Google ha lanzado su core update de marzo de 2024. Esta actualización sigue la misma línea que viene marcando Google estos años: cribar el contenido para descartar el engañoso, insulso y de baja calidad, y premiar el contenido original, de gran calidad y con un aporte de valor definitivo para el usuario.

Desde el core update fulminante de mediados de 2023 que dejó temblando a muchos sitios web, Google anuncia un nuevo giro en su algoritmo que mantiene expectantes a todos los marketeros. No obstante, el gigante tecnológico ha avisado de que habrá fluctuaciones a lo largo de marzo, ya que la complejidad de esta actualización demorará su implementación total durante un mes.

En este artículo de EducaOpen te contamos en qué consiste la siguiente actualización de contenido de Google y a qué clase de sitios web afectará negativamente.

Reducir el contenido poco original

Google tiene como objetivo seguir perfeccionando su sistema de posicionamiento para que el algoritmo pueda acertar mejor a la hora de juzgar si una página web es útil para el usuario, si ofrece una experiencia de usuario deficiente o si está más enfocado a un motor de búsqueda que al ser humano. Un tipo de contenido que puede verse muy afectado por este aspecto de la actualización son las entradas que se centran en palabras clave muy específicas y que tienden al keyword stuffing (saturación de palabras clave).

El objetivo de esta mejora es ofrecerle al usuario un contenido más pulido, útil y estimulante según su intención de búsqueda, en definitiva, de mejor calidad.

Cuando un usuario realiza una búsqueda, confía en que los resultados que obtiene serán de alta calidad y responderán a sus necesidades de información de manera precisa y útil. Hoy en día, aunque cada vez menos, hay muchos resultados de búsqueda en primeras posiciones cuya única intencionalidad es “burlar” los motores de búsqueda utilizando técnicas de SEO. 

Por norma general, este contenido resulta de ínfima calidad. Si Google permitiera que este tipo de contenido de baja calidad posicionara bien de manera generalizada, los usuarios dejarían de confiar en su motor de búsqueda y la empresa vería perjudicada su imagen de marca.

Eliminar páginas que contengan spam

En relación con el contenido poco original y excesivamente enfocado al SEO, también podemos distinguir otras tácticas torticeras que utilizan los sitios webs para intentar posicionar a toda costa en la SERP. 

La primera es la generación de contenido en masa, algo esperable a partir de la popularización de la inteligencia artificial generativa, especialmente ChatGPT. La segunda que aborda la actualización de Google es el contenido de colaboración entre dominios, pagado bajo cuerda, por el que un dominio con buena reputación publica contenido de un tercero. La última es la compra de dominios caducados y su resignificación.

Google va a refinar su algoritmo para que estos tres tipos de contenido de baja calidad desaparezcan un poco más de la faz de Internet.

Producción masiva de contenido

Google se enfrenta a un gran reto con la generación masiva de contenido, que satura los resultados de búsqueda con información redundante, irrelevante y, en ocasiones, hasta falsa. 

Los sitios web a menudo recurren a generar contenido de forma masiva e indiscriminada con la esperanza de aumentar su visibilidad en los motores de búsqueda y atraer más tráfico a sus páginas. Evidentemente, el motivo subyacente de estas malas prácticas es un afán por generar más conversiones en forma de ingresos.

Google lleva años luchando contra este fenómeno en sus sucesivas actualizaciones, pues tiene consecuencias negativas tanto para los usuarios como para Google. Por un lado, la generación masiva de contenido diluye la calidad y utilidad de los resultados de búsqueda al inundarlos con información repetitiva o de escasa relevancia, dificultándoles a los usuarios que encuentren respuestas útiles y pertinentes a sus consultas. En general, esto resulta en una experiencia de usuario muy pobre.

La introducción de la inteligencia artificial generativa (IA) ha hecho saltar las alarmas en Google en este respecto, pues ha agravado este problema al permitir la creación automatizada de contenido a una escala aún mayor. Con la IA generativa, los sitios web pueden producir cantidades masivas de contenido en un par de clics. Este contenido, lógicamente, al estar generado sin criterio alguno, no está curado y no ofrece ninguna información útil.

Contenido posicionado por reputación de terceros

La problemática con el contenido de colaboración entre dominios, pago mediante entre bambalinas, radica en que se intenta manipular deliberadamente los resultados de búsqueda violando las directrices de calidad de Google. Esta práctica consiste en que un dominio con buena reputación, es decir, uno que Google considera como confiable y relevante para ciertos temas, publique contenido creado por un tercero de mala calidad a cambio de un pago o beneficio.

Por lo general, este tipo de colaboración se realiza de manera clandestina, sin revelar claramente que el contenido ha sido pagado o que proviene de un tercero. Es una forma de enmascarar contenido. Así pues, es una merma en la calidad del contenido, puesto que los usuarios están accediendo a un contenido con unas expectativas que no se cumplen. Además de que esta práctica distorsiona la confianza que Google deposita en la reputación del sitio web que publica el contenido.

Compra de dominios caducados

Esto es, la práctica de comprar dominios caducados con el fin de manipular los resultados de búsqueda y aprovechar la autoridad de estos dominios previamente establecidos para posicionar contenido nuevo y potencialmente irrelevante o engañoso.

Cuando un tercero compra un dominio caducado, su finalidad es aprovecharse de la reputación y autoridad que el dominio tenía previamente en los motores de búsqueda para posicionar su contenido, que normalmente no guarda relación alguna con el dominio anterior. Los dominios caducados conservan el historial de enlaces y la reputación acumulada a lo largo del tiempo, lo que los convierte en un objetivo atractivo para aquellos que desean aumentar rápidamente su visibilidad en línea.

El problema surge cuando el nuevo propietario del dominio lo utiliza para posicionar contenido que no está relacionado con el contenido original del sitio web, o peor aún, para actividades maliciosas como la distribución de spam, malware o contenido engañoso.

¿La actualización de Google de 2024 va a afectar al contenido generado por IA?

No como tal. Desde que se empezó a generalizar el uso de la IA generativa, Google ha dejado claro que no considera que el contenido generado con IA sea malo per se. De hecho, en sus directrices hace hincapié en que premia el contenido de calidad, independientemente de cómo se haya creado.

En cuanto al contenido generado por IA, Google se limita a decir que se limitará a juzgar si el contenido es de calidad o no, independientemente de cómo se genere. Sin embargo, resulta lógico pensar que un contenido escupido en masa por ChatGPT poco planificado, sin apenas edición y sin un enfoque claro en el usuario es candidato perfecto para que Google lo deseche en una nueva actualización que pretende barrer todavía más todo el contenido de dudosa calidad.

La conclusión es la misma que se lleva repitiendo cada vez que Google lanza una actualización: lo que importa de un contenido es su calidad de cara a satisfacer las necesidades del usuario.