Dilemas éticos de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en más campos de los que podemos pensar, y ha venido para quedarse. No obstante, la introducción de la IA en algunas facetas de la vida humana ha generado controversias y dilemas éticos que hay que afrontar para poder perfilar con mayor rigor qué papel ha de tener la IA en nuestra sociedad. Incluso organismos internacionales como la UNESCO se han pronunciado al respecto.

¿Crees que la IA podría ayudar a un juez a decidirse por un veredicto?, ¿unos contenidos educativos de historia elaborados con la ayuda de la IA contarían los acontecimientos con objetividad?, ¿debería ser capaz la IA de recopilar datos de forma indiscriminada independientemente de su naturaleza?, ¿no tienen autor las creaciones artísticas de la IA con software como DALL-e? ¡En este artículo pondremos tu cerebro a reflexionar sobre los dilemas éticos que presenta la IA actualmente!

La importancia de la ética de la IA

Tratar los dilemas éticos de la inteligencia artificial es crucial para la sociedad y su futuro. La creciente presencia de la IA en áreas como la salud, el transporte y el empleo exige que sus decisiones sean éticas y respeten los derechos humanos. Por ello, es necesario establecer responsabilidades claras y transparencia en el proceso de toma de decisiones de la IA para que los usuarios comprendan cómo funciona la IA y cuál es su alcance real.

Es por eso que, a continuación, te vamos a hablar pormenorizadamente de los dilemas éticos que se están tratando hoy día ante los que los gigantes tecnológicos y las instituciones gubernamentales han de dar respuesta.

Dilemas éticos de la IA

Estas son las cuestiones éticas de la IA relacionadas con el mundo laboral, la productividad, la delincuencia, la toma de decisiones de gran magnitud, la privacidad y la justicia:

La IA y la eliminación de puestos de trabajo

No pequemos de ingenuidad. Si las empresas están apostando por la inteligencia artificial, no es solamente para brindarle una experiencia más satisfactoria al cliente, para tomar mejores decisiones de negocio y optimizar los procesos de trabajo. 

Muchos empresarios no le quitan ojo a los avances de la inteligencia artificial por su potencial para devaluar las tareas que desempeñan muchos trabajadores, cuando no sustituir íntegramente sus funciones.

Como es lógico, hay puestos de trabajo que se prestan más a ser reemplazados por la IA, como pueden ser los trabajos más manuales de la agricultura, la logística, algunas áreas del marketing digital o la traducción. Es por ello que si la IA consigue hacerse un hueco relevante en algunos sectores, habrá una cantidad relevante de puestos de trabajo de los que las empresas prescindirán.

Por ello, es necesario plantearse qué se haría si la IA causara una tanda masiva de despidos y una tasa de desempleo más elevada.

Fiscalidad de la IA

Asociada con el bloque temático anterior, otra objeción moral consiste en la repartición de beneficios que una empresa puede generar gracias a la IA y su tasación. Si una parte de la plantilla son robots o máquinas autónomos de inteligencia artificial, ¿cómo se le debe tasar al empresario por estas ganancias?, ¿debe pagar algo?

Al fin y al cabo, las máquinas no son trabajadores reales con necesidades y limitaciones propias. Pero, por otra parte, el empresario está explotando unos medios de producción muy adelantados para maximizar sus ingresos y minimizar sus costes. ¿Crees tú que es ético? No hay una respuesta correcta.

Sesgos de la IA

Imagínate que le preguntamos a una IA como ChatGPT sobre cualquier suceso histórico u opinión política, ¿piensas que te contestaría objetivamente? Probablemente, en ocasiones, no. Esto se debe a que la IA se alimenta de cantidades ingentes de información que anteriormente han redactado personas reales.

Entonces, la duda reside en si podemos confiar ciegamente en la opinión supuestamente fiel e infalible de una IA cuando está plagada de tantos sesgos y puntos de vista discordantes. Por extensión, una cuestión ética de la IA es si los programadores pueden encontrar alguna forma de evitar declaraciones discriminatorias y puramente ideológicas por parte de los modelos de lenguaje.

La IA y el copyright

El contenido que genera la IA es anónimo e irrepetible, podríamos afirmar. Si bien la cantidad de datos que maneja una IA es de dimensiones oceánicas, no quiere decir que sus fuentes de información sean anónimas, ni mucho menos. De hecho, si las empresas comienzan a implementar la IA para sus tareas de contenidos, puede que su contenido acabe viéndose mediocre y hasta reduplicado.

Y no solo el contenido escrito está sujeto a este dilema ético de la IA, sino también el contenido gráfico que produce a partir de prompts. Stable Diffusion y Midjourney (software de generación de contenido pictórico IA) plasman imágenes porque sus bases de datos albergan un mar de ejemplos con lss que se han entrenado.

Por tanto, la IA sí puede estar aprovechando contenido con derechos de propiedad por parte de autores que nunca hayan consentido su recopilación en datos para este propósito. ¿Son entonces los contenidos de la inteligencia artificial originales, o un refrito de obras cuyo uso comercial conviene restringir en aras de los derechos de autor?

Aprovechamiento de la IA para fines ilícitos

La inteligencia artificial imita cada vez mejor a los seres humanos. En muchos casos, si nos pillan desprevenidos, podríamos interpretar por error que detrás de chat con inteligencia artificial se encuentra un humano como nosotros.

La IA no solo ha llegado para revolucionar el mercado de trabajo y la comodidad de las personas, sino que hay delincuentes de todo tipo que también pueden aprovechar estas nuevas tecnologías aviesamente.

Cabe destacar la generación de vídeos con base de IA, ya que se trata de un software que levanta muchas dudas en cuanto a su moralidad. Con esta tecnología podemos crear vídeos falsos y fake news con suma facilidad, lo que puede servir como método de acoso y/o difamación en muchos casos.